lunes, 31 de marzo de 2008

Mi vida pasada


En uno de esos forward, que tan afanosamente saturan mi correo electrónico, me llegó un enlace de una página que se llama miniportal.com (por un momento llegué a pensar que era alusivo a mi estatura) en donde escribes tu fecha de nacimiento y te da un esbozo de cuando días, semanas y meses has vivido, pero lo que atrajo mi atención fue un "poderosísimo" link en donde, a sólo un click, pude descubrir una de las cuestiones que me "han robado el sueño" durante toda mi existencia ¿Quien fui en mi vida pasada? He aquí que les presento los resultados:


Diagnóstico de su vida pasada.
No sé si le parecerá bien o no, pero usted era males (no entiendo que quiere decir eso, si alguien lo sabe, le agradeceré me lo clarifique) en su última encarnación terrena. usted nació en algún lugar del territorio que hoy es Yukon en torno al año 1275. Su profesión era predicador, editor o escritor de antiguas inscripciones (y aún así no aprendí y volví a las andadas).


Un breve perfil psicológico de su vida pasada.

Persona tímida, reprimida, tranquila. Tiene talento creativo, que ha esperado hasta esta vida para ser liberado. A veces su entorno le considera una persona extraña (ahora entiendo el porqué de tantas cosas)


La lección que su vida pasada le ha dado para la encarnación actual.

Su principal tarea es hacer más hermoso el mundo (jajajajajajajaja, ni Carlos Cuauhtémoc Sánchez lo pudo haber dicho mejor) . Los desiertos físicos y espirituales simplemente esperan su toque. ¡Sonría! (¿y la fuerza estará conmigo?)

jueves, 27 de marzo de 2008

Capitulo 7


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


(Rayuela. Julio Cortázar)

miércoles, 26 de marzo de 2008

This is what a feminist looks like

sábado, 22 de marzo de 2008

El origen


En el tiempo de los dioses y los héroes vivían en la región del monte Atlas unas hermanas espantosas, conocidas con el nombre de Gorgonas. La más terrible de ellas se llamaban Medusa; de su cabeza, en lugar de cabellos salían culebras vivas. Y cuando Medusa veía cara a cara a un hombre, a un perro, a un ser vivo, el hombre y el perro y el ser vivo quedaban convertidos instantáneamente en estatuas de piedra.
A lo largo de los años, muchos héroes valientes y bien armados habían venido a la región del monte Atlas para matar a Medusa. Ninguno había podido. Por todas partes se veían guerreros y más guerreros, en actitudes diversas, pero inmóviles y tiesos porque eran ya estatuas.
Entonces vino Perseo, hijo del dios Júpiter. Perseo sabía qué peligrosos eran los ojos de Medusa, pero venía muy bien preparado. Tenía una espada encorvada, filosísima, regalo del dios Mercurio, Tenía un escudo muy fuerte, hecho de bronce, liso como un espejo. Y tenía también unas alas que volaban solas cada vez que él se las acomodaba en los talones.
Llegó, pues, volando. Pero en vez de lanzarse contra Medusa, se quedó algo lejos, sin preocuparse más que de una cosa: no mirarla nunca cara a cara, no verla a los ojos por ningún motivo. Y como era necesario espiarla todo el tiempo, usó el escudo de bronce como espejo, y en él observaba lo que ella hacía.
Medusa iba de un lado para otro, esforzándose en asustar a Perseo. Gritaba cosas espantosas, y las culebras de su cabeza se movían y silbaban con furia. Pero nunca consiguió que Perseo la viera directamente. Cansada al fin, Medusa se fue quedando dormida. Sus ojos terribles se cerraron, y poco a poco se durmieron también sus culebras. Entonces se acercó Perseo sin ruido, empuñó la espada y de un solo tajo le cortó la cabeza.
Durante toda su vida conservó Perseo la cabeza de Medusa, que varias veces le sirvió para convertir en piedra a sus enemigos.

Alfa


Para escribir, Gabriel García Márquez.
Yo sólo redacto.